Reseña: Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego III), de George R. R. Martin

TÍTULO: Tormenta de espadas (ORIGINAL: A Storm of Swords)

AUTOR: George R. R. Martin

EDITORIAL: Gigamesh

PRECIO: Cartoné: 46 € / Rústica: 32 € / Bolsillo: 21 €

Nº DE PÁGINAS: 1268 (Edición de bolsillo)

AÑO DE PUBLICACIÓN: 2000

SINOPSIS: "Las huestes de los fugaces reyes de Poniente, descompuestas en hordas, asuelan y esquilman una tierra castigada por la guerra e indefensa ante un invierno que se anuncia inusitadamente crudo. Las alianzas nacen y se desvanecen como volutas de humo bajo el viento helado del Norte. Ajena a las intrigas palaciegas, e ignorante del auténtico peligro en ciernes, la Guardia de la Noche se ve desbordada por los salvajes. Y al otro lado del mundo, Daenerys Targaryen intenta reclutar en las Ciudades Libres un ejército con el que desembarcar en su tierra. Martin hace que lo imposible parezca sencillo. Tormenta de espadas confirma Canción de hielo y fuego como un hito de la fantasía épica. Brutal y poética, conmovedora y cruel, la magia de Martin, como la del mundo de Poniente, necesita apenas una pincelada para cautivar al lector, hacerlo reír y llorar, y conseguir que el asombro ceda paso a la más profunda admiración por la serie."

OPINIÓN:

Que los Antiguos Dioses, los Siete Nuevos, el Ahogado, Rh’llor, el Otro y demás divinidades de las religiones de Poniente bendigan a George R. R. Martin por haber creado una cosa tan perfecta como la que me hallo a punto de reseñar. Y no, no exagero. Creo que leer Tormenta de espadas ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Tanto que se ha convertido en uno de mis libros favoritos, sin duda. Y sí, ya lo había oído antes de leerlo —pensando cómo iba a ser posible después de las dos primeras entregas (Juego de tronos y Choque de reyes)—, pero ahora puedo afirmarlo: este tercer tomo es el mejor de la saga hasta el momento. Era difícil, mucho, pero creo que consigue elevarse por encima de los demás y destaca por todas las cosas que ofrece, más allá de una simple continuación. Cada vez me gusta más sumergirme en Poniente de la mano de Martin. Veremos qué pasa cuando lea los siguientes, porque este ha dejado el listón por los cielos. 

La historia ya empieza fuerte, con un prólogo que nos deja claro que la lucha en Poniente no la van a dar solo cinco reyes. Me maravilla como, poco a poco, a medida que se van pasando las páginas, el argumento se vuelve mucho más grande y épico y vas sabiendo que el final del conflicto cambiará para siempre el mundo creado por Martin. Y es que en Tormenta de espadas la trama es algo gigante: para que me entendáis, es como coger un montón de finos hilos (cada una de las subtramas) e ir enrollándolos unos con otros alrededor de un único eje para crear uno mucho más gordo y perfectamente hilado. Entendedme, esto es una metáfora, pero es un modo de ver tal épica genialidad  Continúan las intrigas palaciegas, las batallas, los giros de guion totalmente inesperados y traumáticos (de estos hay unos cuantos —¿alguien dijo Boda Roja?—), las traiciones... Es imposible aburrirse con tantos elementos juntos, nunca sabes por dónde va a continuar la historia. 

Ya sé que esto se suele decir mucho, pero es verdad: lo más importante de Canción de hielo y fuego son sus personajes, y en esta entrega queda totalmente claro. Hay bastantes nuevos (ya sabemos que Martin suele meter nombres nuevos, de los que luego es difícil acordarse, a cascoporro), pero lo más importantes son los que han logrado sobrevivir a las dos partes anteriores y vuelven. Estos son de los que conocemos sus comienzos y hemos podido ir observando su evolución, que en algunos ha sido a pasos agigantados. Aun así, muchas veces siguen sorprendiéndonos, tomando decisiones inesperadas que muestran desde una maduración interna del personaje a un acto tomado con una determinación repentina e irracional. Si tuviera que elegir dos puntos los dos puntos de vista que más me han gustado, me decantaría por el de Jon y el de Daenerys. El bastardo nunca había tenido uno de los POV más interesantes, aunque ya le apreciaba como personaje, pero en este libro ha sido absolutamente brutal. Y la Targaryen, aunque en CDR me decepcionara un poco su historia —no por eso dejó de ser mi personaje favorito—, se ha salido en este libro, demostrando sus dotes de conquistadora. De los que menos me han gustado... Es difícil, pero probablemente diría que el de Arya: aunque tiene sus pasajes interesantes, se pasa la mayoría de la novela de aquí para allá sin hacer otra cosa que dar vueltas. Eso sí, lo mejor es no cogerle mucho cariño a ningún personaje, aunque resulte imposible, ya que nunca se sabe cuándo el autor sacará la guillotina —y aquí ocurre múltiples veces—. 

He leído, en alguna parte, que al libro le sobran páginas, yo no lo creo así. Cada una de las hojas es una delicia y que sea tan longevo hace que la historia se pueda desarrollar a su ritmo natural, sin prisas. Sí es verdad que a veces se puede hacer un poco cansino —que no aburrido—, pero, en dos minutos, cuando pases la hoja y encuentres una trama más de tu gusto, todo se arregla. Martin sigue con su estilo habitual de escritura, consiguiendo plantearnos cualquier situación de una forma casi lírica, aunque no por ello menos cruel. Su estilo crudo y, a la vez, imaginativo, en el que abundan las descripciones me gusta mucho. Además el autor sigue abasteciéndonos con bastante violencia y sexo. Sobre el final de la novela... No queda casi nada cerrado —por no decir nada de nada— pero casi todas las tramas acaban en un punto álgido que deja con la boca abierta. Eso sí, no creo que lea Festín de cuervos pronto porque, aunque ganas no me faltan, el libro no es precisamente «lectura ligera». 

No sé si me he expresado bien, ni si he sido capaz de escribir bien lo que he sentido leyendo el libro, pero, creédme, merece la pena. Si te has desenganchado de CDHYF después del pequeño bajón de CDR —no lo digo porque sea malo, sino porque es peor que el primero— prueba con este y no te arrepentirás. Tormenta de Espadas me ha hecho re-descubrir lo genial y espectacular que puede llegar a ser una novela de fantasía épica. Gracias George R. R. Martin.

PUNTUACIÓN

6/5 Como escribí en Goodreads cinco minutos después de acabarlo: FANTÁSTICO. PERFECTO. BRUTAL. ÉPICO. GENIAL.

«—[...] Hay que confundir siempre a los enemigos. Si nunca están seguros de quién es uno ni de qué quiere, no tienen manera de saber qué será lo próximo que haga. A veces, la mejor manera de desconcertarlos es hacer movimientos que no tienen sentido, o que incluso parece que van contra los intereses de uno. No lo olvidéis cuando juguéis al juego, Sansa. 

—¿Qué... qué juego? 

—El único juego que importa, el juego de tronos. »