Reseña: Los días que nos separan, de Laia Soler

TÍTULO: Los días que nos separan

AUTORA: Laia Soler

EDITORIAL: Plataforma Neo

PRECIO: 17 €

Nº DE PÁGINAS: 414

AÑO DE PUBLICACIÓN: 2013

SINOPSIS: "Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En los sueños, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella…. Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor. 

Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños."

OPINIÓN:

No soy un apasionado de las historias de amor. Es más, la mayoría de las veces que leo una en un libro me acaban aburriendo y acabo pensando que lo mejor habría sido quitarlas. A ver, me refiero a novelas que se centran en ellas tanto y con tanta frecuencia que cansan, y no a libros en las que son tramas secundarias. Es por esto que me lo pensé dos veces antes de hacerme con Los días que nos separan —a pesar de haber leído muchas críticas positivas— y también es por ello que, al no haberme generado unas expectativas tan altas, me ha gustado más de lo que imaginaba. Contar que, antes de leerlo siquiera, tuve la oportunidad de asistir a la presentación que hizo Neo Plataforma para presentar el libro y, aparte de gustarme mucho cómo se llevó a cabo, conocí algunos datos y curiosidades que nos aportó la autora y que me han hecho disfrutar más la lectura. Sin duda, Laia Soler (Selene del blog Alas de papel) se merecía el premio, y queda claro leyendo su obra.

Los días que nos separan es una novela auto-conclusiva —un rayo de luz entre el mar de trilogías y sagas de los que se compone hoy en día la literatura juvenil—. El argumento, a pesar de centrarse básicamente en la historia de amor entre dos personajes, tiene una pizca de algo de lo que carecen muchas novelas hoy en día. Originalidad, creo que lo llaman. Y es que este libro tiene eso que denominan realismo mágico impregnado en todas sus páginas y que consigue darle un ambiente único al libro. La historia de Marina me ha conseguido interesar bastante, pero la de Abril no tanto, ya que la autora decide no darle tanta importancia y centrarse más en la Barcelona del pasado, supongo que premeditadamente. La relación de amor entre los personajes me ha parecido, y esto es algo muy a su favor, muy real. Todo se cuece muy lento. Sin prisas. Sin flechazos. Sin amores a primera vista. Poco a poco. Y a mí me parece que es mucho mejor así, ya que nos libramos de todo el “empalagosismo” (esta palabra no existe). Lo único malo que podría destacar es que es muy previsible que los protagonistas van a llegar a estar juntos, pero esto hoy en día es muy frecuente en la narrativa juvenil.

Cubierta catalana, es preciosa también.

Abril y Marina me han gustado como personajes principales, más esta última. Marina es una chica algo adelantada a su época, veo esto como algo positivo, con coraje y que no se calla lo que piensa, aunque lo intente. Luego también tenemos a Víctor —y, bueno, a Leo, pero no llegamos a conocerle mucho— un hombre algo diferente a los demás, que no se ciñe a las reglas de su clase social. También me han gustado la mayoría de los demás personajes secundarios (Cisco, la señora Emilia, Eulalia, Clara y Gabriel, Héctor...) y, sobre todo, las diferentes relaciones que establecen Marina y Abril con ellos. Todos los personajes conforman un entramado muy singular.

El estilo de Laia, para ser una autora primeriza, no podría ser mejor. Si bien no tiene toda la complejidad que podría llegar a adquirir en un futuro, sí consigue contar la historia de una manera sencilla y atrapante. Una de las cosas que más geniales me han parecido ha sido la mezcla de tiempos y personas con las que juega la historia: el presente, con Abril como protagonista, se cuenta en tercera persona y en pasado; en cambio, los sueños, se cuentan en presente y en primera persona. Todas estas pequeñas cosas que os estoy contando son las que hacen que el libro tenga un no-se-qué que lo hace distinto a los otros.

Con el final del libro tengo sentimientos encontrados. Por una parte me lo esperaba: *SPOILER*/ desde que Abril ve que hay noticias en los periódicos relacionadas con los Altarriba y Marina lee la carta en la que le dice que va a volver en barco a Barcelona, me imaginé lo que iba a pasar a continuación /*SPOILER*. Pero por otro, ha conseguido ser lo suficientemente emocionante como para que consiga impactarme algo con lo de Abril y Leo. Sí, lo de Abril y Leo, no os explicaré más. 

Y bueno, voy a acabar ya la reseña, que siempre me enrollo demasiado. En conclusión, Los días que nos separan es una novela bastante original, fácil de leer y que engancha. Tiene unos pocos pequeños fallos, que ya he ido comentando a lo largo de la reseña, pero en general tiene un argumento muy original. No se va a convertir en mi libro favorito. Como ya he dicho, no me entusiasman mucho el género romántico. Pero lo que sí puedo decir es que he disfrutado bastante sumergiéndome entre sus páginas y ha conseguido transportarme a la Barcelona del siglo XX. Una obra genial para una joven Laia que entra con fuerza en el mundo de la literatura. Espero sus próximos trabajos.

PUNTUACIÓN

4/5 Bastante bueno, con una pizca de algo especial.

«Aunque pase una eternidad, seguiré pensando en ti. El tiempo no tiene suficientes días para separarnos.

Hasta entonces, cada suspiro que lance llevará tu nombre.

Te quiero, en este y en los cinco continentes. 

Siempre impertinente tuyo, 

Víctor.»