Reseña: Las Cenizas de Ángela, de Frank McCourt.

TÍTULO: Las Cenizas de Ángela (Original: Angela's Ashes)

AUTOR: Frank McCourt

EDITORIAL: Maeva

PRECIO: 19,50 € (Tapa Blanda) / 10 € (Bolsillo)

Nº DE PÁGINAS: 396

AÑO DE PUBLICACIÓN: 1997

SINOPSIS: " Dolorosa y a la vez esplendorosa biografía, en donde su autor -ganador del Pulitzer por este impactante libro- se remonta a Limerick, un pueblo de Irlanda sumido en la pobreza. De allí, a la América durante la Gran Depresión, y el choque entre las realidades y sus fallidas promesas. La única esperanza de Ángela está en la educación de sus cinco hijos, Frank McCourt entre ellos."

OPINIÓN PERSONAL:
Las cenizas de Ángela, ganadora de un premio Pulitzer, es la primera parte de la trilogía que narra la vida del autor, Frank McCourt.

Conocí este libro gracias a mi padre, que me lo recomendó. Este libro se publicó hace 15 años y a pesar de ser muy famoso yo no lo conocía. Las cenizas de Ángela narra la vida del autor desde su nacimiento en Brooklyn y toda su infancia y adolescencia en Limerick. Es un libro que tiene una dulzura amarga, porque ríes y lloras por igual (aunque yo creo que es más de llorar, porque la verdad gracia no me hizo). Es un libro que está bien escrito y no tiene ninguna dificultad para entender lo que pone, excepto las palabras en irlandés.

Esta es una de las fotos promocionales de la
película estrenada en 1999.

El libro comienza contándonos  la vida de sus padres antes de que él y sus hermanos nacieran. Ambos eran irlandeses que habían emigrado a Estados Unidos para encontrar una vida mejor. Se conocieron en un bar, y  Malachy, el padre, es un borracho que se funde todo el dinero que gana, en los trabajos que apenas puede mantener, bebiendo en las tabernas. Ángela, su madre, que a pesar de todos sus intentos para conseguir o conservar un trabajo acaban fracasando, ya que todos sus jefes consideran que lo hace todo mal. Esto provoca que la familia viva en casi la más absoluta pobreza.
 En el libro todo está contado desde el punto de vista de McCourt, y esto hace que la historia sea de por sí mucho más triste, ya que la narra desde la perspectiva que tiene un niño. Mientras cuenta lo que le ocurre a lo largo de su vida, hay momentos en los que parece que no se da cuenta de la mitad de las cosas y las explica de una manera totalmente inocente. Y el lector que se entera perfectamente de lo que ha ocurrido hace que todo sea bastante duro. Sin embargo el autor suele suavizar estas situaciones con un toque de humor. A mí me hizo pensar bastante que esto le ha podido y le puede pasar a mucha gente, y que tenemos la suerte de vivir en esta época en la que hay personas que te pueden tender la mano, aunque ahora las cosas estén bastante fastidiadas .

La novela engancha y hay pocos capítulos porque cada uno de ellos es bastante largo. La verdad, es que aunque es un buen libro, la lectura puede hacerse pesada y si lo dejas durante un tiempo luego cuesta volver a retomar el ritmo. Creo que esto no debe echar atrás a la gente en su lectura y tampoco por el hecho de que no tenga magia, ni espadas, ni dragones debe significar inmediatamente que el libro sea un muermazo (esto va por ti Alex). Además, el hecho de que no haya una lucha de varitas o espadas, no quiere decir que no haya una, sino que está la más importante "sobrevivir".

En 1999 se hizo una adaptación cinematográfica del libro, dirigida por Alan Parker y protagonizada por Emily Watson (War Horse) como Ángela y Robert Carlyle (OUAT) como Malachy. La película es bastante fiel al libro y no está mal, por lo que os recomiendo que la veáis.

En cuanto a las ediciones, yo tengo la 11ª de 1998 y de tapa blanda, en la portada (al igual que en la de arriba) sale una foto del autor cuando era niño. Y no tiene nada de especial, ya que todas son iguales.

¿LO RECOMIENDAS?: A mí me ha gustado mucho. Es un libro bien escrito, nos aporta algo de cultura general y es increíble ver como de una historia tan triste haya salido algo tan bonito. 

PUNTUACIÓN

8/10

«Cuando recuerdo mi infancia me pregunto cómo pude sobrevivir siquiera»